Morgue en el Palacio de Hielo de Madrid
(Fotografía: "El Mundo")
A LOS CIEN MIL MUERTOS COVID, SOLOS, CONGELADOS, DESCONTADOS
Introducción: “Protegidos (señalo la mascarilla) ¡pero no
amordazados!. Celaya escribió: ´La poesía es un arma cargada de futuro´,
¿estáis de acuerdo?... Hace cuatro días
estrenamos primavera. Sí, ya estamos renaciendo… me estremezco todavía recordando las mañanas
de hace un año. Mientras bajaba por el vial a pie ligero para celebrar Misa,
mis sentidos percibían el aroma de los árboles en flor, blancas inmaculadas y
rosas junto al recuerdo de los muertos ahogándose entubados con el único
aliento de los respiradores… Congelados en el Palacio del Hielo. En cada
Eucaristía puse ante los ojos del Señor junto a su Cuerpo en la patena, empapados
en el cáliz con Su sangre a esos miles de fallecidos de nuestro País y de todo
el mundo, procurando acompañarles por la Comunión de los santos que supera incluso
hasta la distancia social y cualquier confinamiento por muy férreo que se
diseñe el cerco perimétrico. Esta tarde comparto con vosotros el recuerdo
entreverado de dolor y esperanza que no defrauda y os pido seguir acompañando
desde aquí a quienes han pasado a la Otra vida y a los que padecen ahora mismo
en su propia carne el sufrimiento de la pandemia. Gracias
Es verdad, Gustavo Adolfo ¡Qué solos se quedan los muertos-COVID, Dios mío!
Ah, look at all the lonely
people!
Solos y descontados, con sus almas congeladas en un Palacio de Hielo.
Bien dijiste:
“No sé; pero hay algo
que explicar no puedo,
algo que repugna
aunque es fuerza hacerlo,
el dejar tan tristes,
tan solos los muertos” (Gustavo Adolfo Bécquer,
Rima LXXIII)
Sobre todo, Gustavo Adolfo, muy mal contados por
quienes tú y yo sabemos Diríase que el gobierno, tan pagado de laicismo ya cree
en la Resurrección…Pues de noventa y dos mil fallecidos 20.000
revivieron según Simón e “independientes” expertos del gremio. Con tantos
“doctores” que así mandan o informan, más tristes y solos los muertos yacen y
además… descontados.
Es verdad, Gustavo Adolfo ¡Qué solos se quedan los muertos-COVID, Dios mío!
Ah, look at all the lonely
people!
Solos y descontados, con sus almas congeladas en un Palacio de Hielo.
Con profético acierto, hace
un año el coordinador del desastre auguraba muy seguro “España no va a tener,
como mucho, más allá de algún caso diagnosticado" Una “enfermedad no
excesivamente transmisible" añadía sin rubor
Es verdad, Gustavo Adolfo ¡Qué solos se quedan los muertos-COVID, Dios mío!
Ah, look at all the lonely
people!
Solos y descontados, con sus almas congeladas en un Palacio de Hielo.
Mientras heroicos sanitarios, médicos, enfermeras, monjas, capellanes,
voluntarios, policías, bomberos y repartidores, barrenderos, militares y
cajeras, camioneros, limpiadoras, distribuidores, familiares, allegados se
exponían a contagios sin medios ni protecciones. ¡Benditos todos y todas!
“¿Cuándo te vimos, Señor? Me ahogaba en el respirador y me consolaste,
agonizaba en el lecho y conmigo rezaste, me acercaste tu teléfono móvil y pude
hablar con mi familia…me diste la unción de enfermos y mis angustias calmaste,
¡Venid a mí, benditos de mi Padre!”
Es verdad, Gustavo Adolfo ¡Qué solos se quedan los muertos-COVID, Dios mío!
Ah, look at all the lonely
people!
Solos y descontados, con sus almas congeladas en un Palacio de Hielo.
A las 8 en punto de la tarde, sí, a las 20 horas locales, incluso a las 7
en canarias multitudes fervorosas aplaudían desde terrazas, azoteas, balcones,
ventanas y miradores, cantando “resistiré”. Hasta que no pudiendo
aguantar. algunos, más de uno o de dos… mil, lo celebraban después alrededor de
botellones, y así otra ola más, segunda, y a la tercera ¿la vencida? O… ¡vamos
a por la cuarta, ya está bien de restricciones! Mientras libertarios
mequetrefes vociferan ¡Libertad! Sonrojando a los que, propios y ajenos, en
silencio soportan contagios y enfermedad sus secuelas y dolores.
Es verdad, Gustavo Adolfo ¡Qué solos se quedan los muertos-COVID, Dios mío!
Ah, look at all the lonely
people!
Solos y descontados, con sus almas congeladas en un Palacio de Hielo.
Y la pobre Libertad, no sabe dónde meterse mientras otros la amordazan
intentando que los jueces la independencia sometan a los turbios intereses de
partidos y ejecutivos poderes. Reinventando la censura sobre los medios y
redes. Retirando los conciertos a quienes desean educarse plurales, sanos,
coherentes con valores, creencias, libres de ideologías, solidarios, pacíficos,
fuertes con el aliento vital de los que sinceramente les quieren
Es verdad, Gustavo Adolfo ¡Qué solos se quedan los muertos-COVID, Dios mío!
Ah, look at all the lonely
people!
Solos y descontados, con sus almas congeladas en un Palacio de Hielo.
Es verdad, Gustavo Adolfo, la soledad de los muertos, pero más verdad lo es
aún la fuerza de los sufragios, la comunión de los santos que acompaña con
constancia y misteriosa ternura, Cáritas y las misas que los ponen junto a
Cristo, siempre vivo y crucificado con ellos, transfundiéndoles su Sangre,
devolviéndoles la vida con su divino aliento. ¡Veni, Sancte Spíritus!, reple
tuórum corda fidélium: et tui amóris in eis ignem accénde. Emitte Spíritum
tuum, et creabúntur et renovábis faciem terræ
Es verdad Gustavo Adolfo que “quien cree en Él tiene Vida Eterna”. Que sí,
amigo poeta: “Él lo resucitará en el último día” A ti también y a mí… si me
porto bien
¡Dales Señor el descanso eterno, y brille para ellos la luz eterna!
¡Envíanos tu resplandor disipa las tinieblas del mal y la mentira!
Rafael Hernández
Urigüen, Ayete, Donostia, San Sebastián, 23 de marzo de 2021
(Recital de poesía, Colegio
Mayor Ayete, 24 de marzo de 2021)