domingo, 27 de marzo de 2016

POEMA; Eva, Marilyn, Briggitte, Madonna, Naomi, Shakira / María, Clara, Teresa, Edith, Bakhita, Chiara… 8 de marzo de 2008. Día Internacional de la mujer en clave de Pascua.








POEMA; Eva, Marilyn, Briggitte, Madonna, Naomi, Shakira/

María, Clara, Teresa, Edith, Bakhita, Chiara…

8 de marzo de 2008. Día Internacional de la mujer en clave de Pascua.



Via pulchritudinis

Via redemptionis

Via glorificationis



Son futuro, fuerza, belleza, intuición

la ternura de un fuego contenido

que limpiará los restos de esa historia

salpicada de odios y atropellos.

Son esperanza de armonías contenidas

que florecen en gestas de heroísmo

siempre que encuentren la palabra

que les diga quiénes son.



Mujer: Lo buscas entre sombras de olivos y las lágrimas te ahogan la mirada….

-«¿Por qué lloras Mujer…? »



(¿Será el único habitante de este huerto que no sepa lo sucedido en Jerusalén?

¿Cómo olvidarse de la única tumba que guarda la Vida,  la Fuente del Amor?

¿Quizá me pruebe?; ¿Sabrá que yo soy la única que lo busca entre las calles?; ¿Le pregunto: “Has visto al amor de mi vida?...”)



-«Si tú lo has escondido, dime dónde está y lo buscaré… No sirve  ya el google… No existen buscadores que puedan encontrarlo sin el pálpito ardiente  de millones de megas desde el  corazón.

»¡Mujer, mujer! (dice ese…)  Palabra gastada, anodina… ¿No se da cuenta de que ya no hay rumbo? ¿Dónde encontrar el camino? ¿Queda alguna verdad, como oyeron a Pilato hace  tres días? ¿Por qué Vattimo  quitó el alcohol a la cerveza? ¿Puede  llamarse café a lo que han descafeinado los expertos en imagen?

»(Este me dice: «¡Mujer!»). Eva ya no está en mí.  Aquél Jesús me hizo encontrar  mi auténtico nombre arrebatado por siete serpientes. Ahuyentó a mi Marilyn, Brigitte, Madonna, Naomi, Shakira  y así hasta siete famosas…



-«¡Mujer! ¡Mujer!....»



-«( ¡Uf!  ¡Cosas de mujeres dicen ellos siempre!).

»Así hablan todos menos Pedro y Juan. Los dos también esperan que Jonás regrese vivo desde el  mar escupido por una ballena con la enseña de Green Peace renovado; y caminará tres días por Nínive, New York, Amsterdam y va a pasar bajo la Puerta de Brandeburgo donde el Consejo de Europa en pleno quiere recibir al profeta en el centro mismo de Berlín. Todos se vestirán de sayal. Cambiarán sus maquillajes mediáticos por el barro sobre sus rostros más auténticos para que puede Él insuflarles de nuevo su Espíritu….



-«¡Mujer, Mujer!»

-« ¡Otra vez! (Si ya he dicho antes que dejé de llamarme Eva, Naomi, Shakiria, Madonna, Marylin…)



-«¡María!, ¡María! ¡María!»



-« Pero  ¿qué dice ahora?: ¡Nadie excepto Jesús sabía pronunciar  mi nombre así…!

»Si es Él…. Pero si soy yo...: ¡Raboni! (¿estaré soñando?)

(Me había parecido el jardinero, el empleado del cementerio. Sí, aquel que sacó la plaza en la última legislatura gracias a su carnet… El PENSUC -Partido del pensamiento único correcto- ganó las elecciones y en el primer ejercicio ya lo contrataron en régimen vitalicio)

»Pero… ¿Estaré alucinando?»



-«¡María!»



-«Rabonni! ¿Eres tú?.... ¿María soy yo?»



-« Tú lo dices…. María, Pero…. ¡Suéltame que todavía no he marchado al Padre!»



-«Es verdad… Señor, pero dijiste una vez  que el Padre y tú sois uno…. Y Juan me contó en el patio de la Ikastola cómo andaba buscando toda  su cuadrilla el hogar aquella tarde, a las cuatro, a las cuatro en punto…. Sí, cuando Andrés  y él te preguntaron después de pasar mucho corte: “¿Dónde vives?”


 »Ellos continuaban siendo los hijos de Adán, los exiliados del Paraíso y andaban por el mundo sin papeles… Sus padres habían dejado ya la familia y el calor de la presencia de Yahvé: no conseguían conversar con Él como antes, animados por la brisa de la tarde. Sólo caminaban sobre el asfalto a la  salida de los pueblos de Castilla, buscando la “fresca”mientras discutían acaloradamente cada domingo los resultados de la liga…  después  llegaron la Eurocopa, y la Champions…  se distrajeron tanto que   dejaron de buscar


»Hasta que otro Juan, de piel quemada bajo los ultravioletas del desierto (rechazó siempre las cremas y los filtros de Herodías), enjuto en carnes por su dieta-ayuno- fitness: miel silvestre y saltamontes… Él mismo te señaló con su dedo de bronce decidido: “he aquí el Cordero de Dios… Sí es aquél del que os hablé, al que no soy digno de desatar ni la correa de sus sandalias… Él estaba y está entre vosotros…. Camina por la Castellana, Five Avenue, la Rambla e incluso  por la Avenida de Tolosa…. Y a pesar de eso… no le conocéis…  Aprendisteis en la catequesis de Ayete la canción ´Con vosotros está y no le conocéis…´ Pero no habéis entendido nada hasta hoy  las cuatro en punto de la tarde”.


»Sí, Juan y Andrés buscaban el hogar, la Casa del Padre, conscientes de que Tú, su Hijo Mayor habías preparado a cada uno la habitación más adaptada a su temperamento… Diseñó el color de las paredes y hasta iba a sorprenderos con los pósteres favoritos. Intuían que en la Casa de tu Padre (un secreto para las inmobiliarias… esto es off the record) hay millones  de estancias donde caben todos, salvo los especuladores. Me han dicho en la reprografía que tú  invitas una piedrecita blanca con su nombre, el de cada uno de esos millones y millones…: la clave sólo es conocida por el convidado  y el Esposo.


»Juan y Andrés te siguieron, vieron dónde vivías y les pareció entrar en una nube luminosa, acogedora, íntima. Allí oyeron la voz del Padre, dueño de la Casa: “ Este es mi Hijo… el amado”  Cayeron entonces en la cuenta  de lo que es un hogar.


»Al ver dónde vivías (Juan me  contó todo el día que le dio por hablar...) y cuál iba a ser la habitación de cada uno, se quedaron contigo toda la tarde y de allí no se movieron jamás pues les examinaste sobre el Amor y aprobaron tu master con las mejores calificaciones. El examen les resultó original: tus respuestas, tu Respuesta, respondían a las preguntas que sus corazones formulaban a diario y ninguno había sabido contestarles  bien excepto tú: “Si alguno me ama, cumplirá mis mandatos y mi Padre y yo vendremos y habitaremos en él”….


»Sí ese era el hogar, y por eso se quedaron. Juan permaneció para siempre… “¿Y si quiero que este se quede a ti qué?” Pedro y otros no entendieron, de momento, que “permanecer” va más allá del no morir. Y comenzó a correr el cotilleo de que Juan no moriría nunca…



-«María… ¡Cuánto hablas! Aunque… bueno… esto tampoco te  lo ha revelado nadie ni de carne ni de sangre…»



-«Rabonni: Yo no te soltaré y casi entiendo, perdona mi osadía, por qué te vas al Padre… Te oyeron decir que donde están tus discípulos allí estás tú y sin separarse nunca de ti, el Padre (“Donde yo esté estén ellos conmigo…”)


»Sé que no te pueden asir mis manos, pero no encuentro otro modo de expresión. Sé que estás a mi puerta y llamas. Esta vez no te haré esperar… aunque me haya lavado los pies después de barrer el suelo terroso de mi casa buscando la moneda de dos euros para el pan; aunque estuviera ya descansando entre sábanas de hilo cubierta también por el edredón que compré en Finlandia en los tiempos de Erasmus… me levantaré, te abriré mi puerta y tú cenarás conmigo: ¡Dichosos los invitados a la Cena del Señor!, ¡Señor, no soy digna! ¡Di una sola Palabra…de verdad, va en serio, con una me basta»



-«¡María!»

(Rafael Hernández Urigüen)